Cómo aliviar los síntomas del estrés y evitar complicaciones médicas

El estrés puede presentarse de diferentes maneras y afectar de forma distinta a cada persona. A continuación, te mencionamos los síntomas más comunes que puedes experimentar:

A nivel físico:

• Fatiga mental y física: sensación de cansancio y agotamiento tanto a nivel físico como mental.
• Problemas digestivos y gastrointestinales: dificultades para digerir los alimentos y problemas intestinales.
• Cambios de peso: fluctuaciones en el peso corporal de la persona.
• Alteraciones en el sistema reproductor y sexual: problemas en la menstruación y disfunciones sexuales.
• Problemas en la piel como acné, eczemas, pérdida de cabello o dermatitis: trastornos dermatológicos asociados al trastorno alimentario.
• Dificultad para conciliar el sueño: problemas para dormir o mantener el sueño.

A nivel psicológico:

• Irritabilidad: mayor sensibilidad a la frustración y reacciones emocionales exageradas ante situaciones cotidianas.
• Ansiedad: sentimientos de tensión y nerviosismo sin causa aparente.
• Depresión o estado de ánimo bajo: sentimientos de tristeza, desesperanza y desmotivación.
• Problemas de concentración y memoria: dificultades para mantener la atención y recordar información.
• Dificultad para tomar decisiones: indecisión y miedo a equivocarse.
• Pensamientos negativos y recurrentes: ideas obsesivas y persistentes que generan malestar.
• Exceso de autocrítica: juicios negativos y autodestructivos sobre uno mismo.

A nivel conductual:

• Cambios en los hábitos alimenticios: comportamientos alimentarios anormales y alteraciones en el patrón de alimentación.
• Bruxismo: apretamiento o rechinamiento de los dientes involuntario.
• Impulsividad: tendencia a actuar de manera impulsiva sin considerar las consecuencias.
• Abuso de sustancias como alcohol u otras drogas: uso excesivo y descontrolado de sustancias para hacer frente al trastorno.
• Llanto frecuente e incontrolable: llanto sin motivo aparente y dificultades para controlar las emociones.
• Disminución del rendimiento académico o laboral: dificultades para rendir en el ámbito escolar o laboral.

Para evitar complicaciones médicas y aliviar los síntomas del estrés, es recomendable acudir a un Psicólogo para que te ayude a gestionar los periodos de estrés.

También se recomienda realizar actividades como ejercicio físico, meditación, yoga o terapia psicológica. Asimismo, es importante mantener una alimentación saludable, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.

¿CÓMO TRATAR EL ESTRÉS?

Consejos y técnicas para reducir el malestar.

El manejo del estrés es posible a través de cambios en hábitos y conductas. Para abordar este problema, se pueden aplicar dos perspectivas diferentes: trabajar sobre las causas externas del estrés y aumentar nuestra resistencia al mismo. En el primer caso, se pueden implementar estrategias como delegar tareas, decir «no» y gestionar la agenda diaria, entre otras. En situaciones donde no se pueden modificar estos aspectos, las técnicas de aumento de resistencia pueden ser útiles. Estas incluyen aceptar las circunstancias, buscar apoyo, utilizar técnicas de relajación, mindfulness y yoga, y llevar una vida saludable. Al aplicar estas herramientas, es posible afrontar el estrés de manera más efectiva y reducir su impacto en nuestras vidas.